Hermandades
Siguiendo mi ruta por la Semana Santa sevillana: contínuamente se oyen trompetas por la calle anunciando la presencia de un "paso". Al principio, íbamos siguiendo la música hasta dar con ellos, pero con el tiempo, salíamos corriendo al oir cualquier ¡tromopetilla!(con perdón de los andaluces). Nos pasámos el Jueves y Viernes Santo visitando la ciudad, paseando entre la "callejuelas", y viendo "pasos". En resumen, todo el día andando. Si a eso le sumas el estar una hora esperando de pie, en la calle y sin casi aire para respirar de la cantidad de gente junta, a que saliera el "paso" de su iglesia; acababamos muertas de cansancio. Por eso, la lluvia no ha venido tan mal. Aunque muchos "pasos" no salieron (destacar que nos pasábamos todo el día pegadas a la radio para saber si salían o no, ¡gracias al "Llamador" de Canal Sur Radio !) y nos perdimos "la madrugá", , pudimos recuperar fuerzas; ¡y así ya hay excusa para volver!
Los dos últimos días, para que fuéramos conscientes de que estábamos en Sevilla y de que el viaje de 12 horas en coche desde Pamplona fue real, ¡apareció el sol! El sábado fuímos "ar Rocío", como no. Y luego a la "playica"(Mazagón en Moguer, Huelva) a comer. Después de llenar el estómago y ponernos "algo" morenitas (para poder fardar de haber estado en el sur) volvimos a Sevilla pasando a saludar a la tripulación de Colón: fuimos al Palos y visitamos el monasterio de la Rábida.
El Domingo de Resurrección, último día, lo dedicamos a visitar lo que nos quedaba. Fuimos a la catedral y subimos a la giralda, paseamos por Triana, vimos el Alcázar (por fuera, otra sitio que queda pendiente) y más "pasos".
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Beatriz -
teresa -