Blogia
LA VIDA LOCA - CRAZY LIFE

Llegamos a Roma con una hora de retraso.

Llegamos a Roma con una hora de retraso. Eso nos da tiempo para desayunar tranquilamente en el tren. En la estación de Roma Tiburtina perdemos una hora decidiendo qué vamos a hacer durante el día. Comenzamos buscando El Moisés. Cuando damos con San pietro in Vincolo, comprobamos con horror que llegamos en el cierre del mediodía. Seguimos resignados hacia el Coliseo. MIentras dudamos si entrar o no, lo rodeamos hasta que nos acercamos a la salida, desde donde se puede ver el interior. Pero para entrar hay que pargar 4 euros, y la economía está muy mal. Así que decidimos...¡Colarnos! No hay más que un cordón corredizo que nos separa del interior. Uno de nosotros (se dice el pecado, pero no el pecador) no se lo piensa y lo cruza rápido y sin mirar a la chica de vigilancia, que está distraída con un grupo de turistas. El resto, obviamente, copiamos la estrategia. Una vez dentro, a poner inmediatamente cara de interesados y comentar entre nosotros la estructura y todo eso del lugar, mientras nos alejamos de la puerta a ritmo rápido. El corazón palpita como una palomita, y cuando estamos suficientemente lejos de los de seguridad, descargamos las carcajadas que teníamos acumuladas. ¡lo tienen bien empleado: 4 euros por unas cuantas piedras!
Después del Coliseo entramos en el Foro. Comemos unos bocadillos y buscamos la iglesia del Gesù, pero sin suerte. El tiempo pasa sorprendentemente rápido, y como vamos a pie apenas da tiempo de hacer otras cosas. Volvemos raudos a la estación de tren, y cogemos la locomotora rumbo a... Milán.

1 comentario

cvander -

Yo pagué 10 euros por entrar al Coliseo. Claro que te quitas las ganas de decir que estuviste allí, pero no justifica el alto precio. Roma me gustó, es una ciudad bonita, aunque el turismo la tiene secuestrada :)